¿Qué es la enfermedad del Ébola?
Es una enfermedad aguda y muy grave. Su causa es el virus del Ébola. Se llama así por ser cerca del rio Ébola, en la República Democrática del Congo, donde se describieron los primeros casos en 1976 (no se trata por tanto de una enfermedad nueva). Da lugar a alteraciones del sistema inmunológico con fiebre alta, fallo en órganos como el hígado, riñón y pulmón, y hemorragias múltiples. Es por esto que se llama fiebre hemorrágica del Ébola o, coloquialmente, "ébola".
Se trata de una enfermedad muy poco frecuente. No es fácil de transmitir de persona a persona, aunque su gravedad hace que se tomen medidas muy estrictas para la prevención de contagios. La epidemia actual tiene una mortalidad del 60%, pero puede llegar hasta el 90% en países con sistemas sanitarios deficientes, como ocurre en los países de África Occidental donde se están dando la mayoría de casos.
¿Cómo es el virus que provoca la enfermedad?
El Ebolavirus tiene 5 variedades. Sólo cuatro pueden infectar al hombre. Desde 1976 se han dado pequeñas epidemias en varios países africanos. La epidemia actual, primera en la zona de África Occidental, está causada por la variedad de Ebolavirus Zaire. Está siendo la más extensa, prolongada, virulenta y letal.
Se cree que el reservorio natural del virus son algunas especies de murciélagos comedores de fruta, que habitan amplias áreas de África. De ahí puede transmitirse a otros mamíferos, como monos y chimpancés, que a su vez lo pueden transmitir a humanos por contacto estrecho o al consumir carne contaminada.
¿Qué síntomas produce la enfermedad?
Por lo general, comienza de forma brusca con fiebre. Puede asociarse un fuerte dolor de cabeza, de garganta, dolores musculares y debilidad intensa. Se sigue de diarrea, vómitos, dolor abdominal, erupciones en la piel, alteraciones en el funcionamiento de riñones e hígado y, en algunos casos, hemorragias internas y externas, como hematomas (moratones) que no tienen explicación. Todo ello puede llevar a un fallo multiorgánico.
El periodo de incubación (desde el contagio al inicio de los síntomas) es de 2 a 21 días, siendo de 8 a 10 días lo más común. Una persona con el virus puede contagiar sólo cuando tiene los síntomas, pero no durante el periodo de incubación.
¿Cómo se propaga o se contagia el ébola?
No se propaga a través del aire o del agua ni, por lo general, a través de alimentos. La probabilidad de que los niños se infecten es muy baja. Sólo se transmite por contacto directo con fluidos corporales como orina, heces, saliva, sudor, vómitos, leche materna o semen de una persona infectada o con objetos que han estado en contacto con estas secreciones. Ocurre normalmente a través de pequeñas heridas en la piel o en las mucosas de los ojos, nariz, boca o mucosas genitales. Hay dudas sobre si el virus se puede contagiar a través de la piel intacta o sana.
Las personas que se recuperan de la enfermedad dejan de transmitir el virus, pero los varones pueden seguir transmitiendo el virus por el semen hasta 3 meses después.
No hay evidencia de que el virus se pueda transmitir a través de picaduras de mosquito en humanos, pero tampoco se descarta esta posibilidad.
¿Quién corre más riesgo de contraer la enfermedad del Ébola?
Los trabajadores sanitarios que atienden a pacientes con la enfermedad del virus del Ébola (EVE) y los familiares y amigos próximos son los que tienen el mayor riesgo de enfermar. Ellos pueden entrar en contacto directo con la sangre o los líquidos corporales de los enfermos.
La infección del personal sanitario puede ser frecuente, sobre todo si no se siguen estrictamente las precauciones para el control de la infección. Cuando los enfermos se diagnostican, se aíslan y se tratan correctamente, el riesgo de diseminación de la enfermedad es muy bajo. Estas condiciones no se dan en los países africanos más afectados y es el motivo principal para su extensión.
¿Cómo se llega al diagnóstico?
Debe ser precoz para prevenir su propagación, pero a veces es difícil porque los síntomas iniciales son muy parecidos a los de otras muchas infecciones que se dan en África. Antes de establecer el diagnóstico de ébola hay que descartar enfermedades como: paludismo, fiebre tifoidea, shigelosis, cólera, leptospirosis, peste, rickettsiosis, fiebre recurrente, meningitis, hepatitis y otras fiebres hemorrágicas producidas por virus similares a este.
El diagnóstico de certeza se hace mediante pruebas que detectan el virus en sangre en laboratorios especializados. Estas muestras pueden suponer un peligro para los profesionales que las obtienen y manipulan.
¿Qué tratamiento tiene?
De momento, los medicamentos que hay son experimentales. Sólo es posible aplicar medidas básicas para ayudar a los órganos que fallan, como proporcionar agua y electrolitos, mantener una buena oxigenación y controlar la presión arterial de los enfermos. A veces se aplican sueros de personas que han superado la enfermedad, pero no hay suficientes estudios que demuestren la eficacia real de esta medida. También se está trabajando en nuevos medicamentos antivirales específicos contra el ébola.
Ya que esta enfermedad aún no tiene un tratamiento real, la mejor estrategia es la prevención.
¿Y se puede prevenir el ébola?
Se puede eliminar de los lugares contaminados con agua y jabón, calor, desinfectantes tipo lejía o agentes de esterilización.
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, lavarse las manos con frecuencia o el uso de un desinfectante para las manos a base de alcohol son buenas estrategias de precaución. Esto también es útil para el resto de enfermedades infecciosas. Aunque en este caso, estas medidas deben completarse evitando el contacto con cualquier persona que tenga la enfermedad y sus fluidos.
En África Occidental no siempre se toman estas precauciones, bien por motivos rituales (en los funerales se producen despedidas con contacto físico con la persona fallecida -caricias, abrazos, besos-), bien por la falta de acceso a agua y jabón. Y el ébola continúa propagándose.
No hay en la actualidad vacunas frente a este virus aunque se está investigando para conseguirlas. Algunas ya se están probando en ensayos clínicos.
¿Cómo puedo tranquilizar a mis hijos respecto a esta enfermedad?
Es mejor minimizar la exposición a las noticias sensacionalistas en los medios de comunicación y redes sociales. No es buena idea dejar ver estas noticias a los niños pequeños. Los padres pueden decidir qué información desean comunicar a sus hijos según su nivel de entendimiento.
Algunas sugerencias para hablar con sus hijos si están preocupados:
- Ellos están a salvo.
- El ébola es una enfermedad muy rara.
- Sólo pueden contagiar las personas que están enfermas y tienen síntomas.
- Nuestro sistema sanitario está preparado para atender a los enfermos y evitar que se propague.
- Cuando se descubre algún caso, la persona infectada se lleva a un lugar seguro para darle atención médica, de modo que pueda mejorar y para que no contagie a otras personas.
- Cada vez sabemos más sobre el ébola. Se trabaja constantemente para prevenir y curar esta enfermedad.
- Siempre es importante el lavado de manos para disminuir el riesgo de ser contagiado o contagiar cualquier tipo de infección.
Y sobre todo, guarde la calma. Las noticias sobre la propagación de enfermedades pueden ser alarmantes, incluso para los adultos. Manténgase bien informado. Así podrá mantener sus propios temores bajo control a fin de no transmitir esas preocupaciones a sus hijos.
Para saber más
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